Sentimientos y Barreras


Cierra la boca. Deja de escuchar las palabras y céntrate en el eco de tu interior. Respira, bésame y no pares, muérdeme los labios con lujuria y desenfreno, mientras nuestras gargantas se abren al mundo. Bésame de nuevo, esta vez despacio, con suavidad y ternura, pero muérdeme.

Clávame tus pupilas y aráñame la espalda, juntemos de nuevo nuestros labios mientras el humo sale de nuestras bocas. Humo, vapor y deseo condensados en un mismo espacio. Saliva y lujuria confinadas en dos cuerpos que explotan de placer, que subyacen en otro mundo alejados de cualquier tiempo y espacio.

Cierras los ojos mientras el frio de tus manos se pega a mi espalda, mientras nos fundimos en un abrazo que fusiona las almas y encandila los corazones. Nos miramos de nuevo, dejamos de un lado el desenfreno, nos rozamos los labios, y es entonces, en ese preciso instante, que deseamos que la tierra colapse muriéndonos como si fuéramos solo uno.

Hay sentimientos, que superan barreras inimaginables.


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