Entradas

Mostrando entradas de abril, 2023

Los soldados de Napoleón

Imagen
Ruy Barbosa de Oliveira, que fue jurista y político brasileño, explicaba que Napoleón Bonaparte clasificaba a sus soldados en base a dos factores que el emperador consideraba clave: La inteligencia y la iniciativa. En el primer grupo de hombres estaban los inteligentes que tenían iniciativa, a los que denominaba "estrategas" y los disponía en los puestos de comandantes y generales. En un segundo grupo estaban los inteligente sin iniciativa, a los cuales asignaba labores de oficiales al servicio del primer grupo, para garantizar que las órdenes se cumplían con presteza.   Después estaban los ignorantes sin iniciativa, que eran la carne de cañón que se ponía al frente de la batalla. Y por último estaban los ignorantes con iniciativa, a los que Napoleón expulsaba de sus ejércitos. El emperador consideraba que esta gente era la peor. Los ignorantes con iniciativa son capaces de hacer barbaridades y luego intentar ocultarlas a base de mentiras y engaños. Hacen lo que no debe

Palabra y convicción

Imagen
No fue la suerte que aparece de la noche a la mañana, ni tampoco el maná que cayó del cielo. No fue el sentir del universo ni tampoco los amarres o la brujería. No fue magia ni hechicería. No, no fueron cuentos de hadas ni tampoco fueron los cuentos de viejas. No fue una leyenda. No fueron los ruegos en la noche ni las plegarias de la mañana. No fueron los brazos cruzados mientras el mundo se desmoronaba. No fueron las derrotas a las que hubo que sobreponerse, ni tampoco las batallas en las que solo hubo muerte, caos y destrucción. Fuisteis vosotros, f uiste tú . Fue el esfuerzo constante cuando solo caían puñales del cielo. Fue el no renunciar a seguir adelante por los demás, fue el no ser egoísta. Fue el ser buena persona y el buscar siempre el bien común. Fueron las decisiones diarias, las caídas en las que os pusisteis en pie; fue el seguir caminando cuando más difícil era hacerlo. No fue, ni es, suerte, fue el sacrificio conjunto por buscar un mañana mejor. Fue la decisión

Diálogo de tres

Imagen
-¡Hola! -Anda, ¿es a mí? -Han pasado muchos años. -Lo dices tú, que la última vez que hablaste conmigo fue hace más de una década. -Merezco el reproche. -Reproche ninguno, es un dato contrastado, objetivo e incuestionable. Ya sabes de lo que hablo. - No esperaba que esto fuera a ser tan frío. - ¿No esperabas dices? ¿Cómo quieres que te trate cuando tu mismo no has sabido tratarte? ¿Cómo quieres que te trate si siempre y solo siempre has antepuesto el bien de los demás antes del tuyo propio? ¿Te haces una idea de la carga que he soportado estos diez años? ¿Te haces una idea de todo lo que ha sido luchar en solitario sin tener nadie al lado? No, no te haces ni una idea, porque tú solo eres corazón. -Y tú sólo eres razón. -Exacto, soy lo que tengo. ¿Y tú? ¿Qué tienes tú? -Todo lo vivido, tanto lo bueno como lo malo. Todos los momentos que en soledad tuve que levantarme porque hay batallas que nadie puede librar por mí, pero había personas al lado apoyando, todas las no

Doce a uno

Imagen
Como el caballero que sabe que va a la batalla a morir, y si no es a ello, por lo menos a sobrevivir con el honor suficiente que le permite no agachar la cabeza a su regreso. Como el caballo purasangre que evita ser domado por quien lo captura en las montañas del norte, o como el mar que jamás rendirá pleitesía a hombre alguno. Con la fuerza de los vientos que rujen en el rumor de la tormenta, con el nervio de los rayos que parten los cielos para iluminar todo aquello a cuanto abarca su poder. Con el temple del acero, la gallardía de las causas que merecen la pena y la causa de hacerle frente a lo oscuro que se cierne sobre el castillo. Dicen los libros de guerra que los asedios tienen una proporción de doce hombres a uno para quien quiere asaltar la fortaleza, lo que no dicen esos libros, es que el valor de ese hombre que está luchando por su hogar, vale más que cien hombres que busque derribarlo. Y que como diría el Papa Francisco: Dios, siempre le ha dado sus batallas más dura