Ha llegado el día
Ese día llegó. He pasado horas buceando dentro palabras que no comprendía, entre números y cifras que bailaban al compás de las horas, mientras mi mente se encontraba a años luz, a universos enteros, trabajando para poder sacar algo en claro y pensar que lo que había encontrado no era más que un simple error. Tuve miedo, ya no lo tengo. He decidido dar el paso guiado por los ideales que laten en mi corazón, seguir todo aquello que mis mentores me inculcaron, y hacer honor al lema de la familia del “Antes arruinado que arrodillado” He visto sus cuatro caras mirándome, las cuatro virtudes del alma que me han enseñado todo cuanto he aprendido, y creo que me toca hacer gala de ellas precisamente en estos momentos. No hay espacio para el temor ni para los miedos, ni tan siquiera para pensar en futuras represalias, ni mucho menos en lo que pueda ocurrir. Tan solo hay un camino, un plan T. Todo recto y hasta el fondo sin importar lo que se cruce en tu destino. Ha l...