Sensaciones a kilómetros


Soy una tormenta que azota con furia las costas desoladas, soy el calor que explosiona de cada estrella, la fuerza de cada relámpago y la humedad de la niebla. Soy la mañana de la vida que nace de cada tormento divino, yo soy los rayos de Júpiter y la esencia de Afrodita, la luna del templo de Ixchel y el espíritu de las junglas de Managua.

Soy el viento que azota los desiertos bajo la helada noche, soy el agua que arrastra con fuerza y furia esperanzas y sueños, el agridulce momento del último beso, la oscuridad que precede a la noche más absoluta, y la última gota de luz que logras ver antes de apagar la llama.

Soy sol, tierra, agua, y viento. Soy el poder del tiempo convertido en futuro y el compás del agua que cae desde las cascadas, la fuerza de las mareas y de los remolinos, las entrañas de la tierra y la ira que implosiona en las galaxias. Soy todo lo que deseo y más.

Pero es estar hablando contigo a pesar de los kilómetros, y sentirme el más diminuto de los diamantes de Sierra Leona. La culpa es tuya, es solo verte, y ver todo lo que me puede atraer de una persona.


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