Lacrima specula

Es una pequeña esfera de cristal en la que se almacenan sentimientos, vivencias, susurros al atardecer, abrazos sobre muros de piedra, vientos en la alta torre que alumbra las puertas del Atlántico. Paseos nocturnos por la playa en pleno diciembre bajo la mirada de las estrellas. Helados bajo el sol de la primavera.

Es como una caja de cartón y papel de la marca Burberry.

Una caja en la que empiezas a guardar cosas con la única esperanza de que cuando llegue a su destino sirva para que quién la reciba no olvide ni un solo momento de lo vivido hasta ahora, para que llegado el momento te la devuelva y poder poner las fotos donde corresponda. 

Pero no la llenas. Esa caja no. No lo haces. Te quedan pequeños detalles que te niegas a guardar en su interior y que prefieres que sigan contigo, quizás porque aún guardas la esperanza en el corazón. Como esa ilusión que salta de clavo en clavo ardiendo sobre una fachada desvencijada y venida  a menos que tantos momentos regaló.

Sólo un hasta que cumplamos nuestros sueños. Es lo único que le pido a la vida que recuerdes, porque no pasa un día en el que yo no lo haga. Yo ya he empezado a perseguir el mío.

Comienza la cuenta atrás.



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