Proverbios 10:9

No podemos hacer frente a lo desconocido, pero siempre podemos prepararnos en silencio, solitarios, y con paciencia infinita para el momento en el que la guerra quiera desatarse.

Existen señales, guiños, susurros. Pero en realidad hablan más los silencios de lo que callan las palabras. Habrá gente que se presentará como opción para acabar formando parte inherente de la aberración, que venderán sus principios por ocupar uno de esos sillones a la cabecera de la mesa.

Siempre existirá quien tendrá la suprema dote de saber embaucar a los que se dejen embaucar, y siempre habrá embaucados dispuestos a dejarse embaucar, pues de todos es conocido que es mucho más sencillo convertirse en un vendido, que ser fieles a la verdad. 

Hay cosas que no tienen precio, y la integridad de las personas debería ser una de ellas. Debería.


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