Pluma y Espada
Es de hoja simple. Sin filigranas. Lisa y relucientes bajo la luz. Es ligera. Equilibrada en su empuñadura, y de acero. Completamente de acero. Como la empuñadura de la pluma por la que soportas el goteo de la tinta antes de lanzarte al papel.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf7sCZJVuBX2TNJv_eEHMqot6DpXMwsD9WtpQ-AI36vDOzJpjqKcYu9XcV_Z5xevuMtCn8qxK-e8J1vfNL35hBwuvVrE-b_wX3bLerNBqLVgcnDCSwNX9bqci8nGgtbCYSfHMuDJmknpPM/s320/Acero.jpg)
Son muchas las batallas libradas, son muchos los campos de batalla recorridos. En algunos he ganado, y en otros he aprendido. Pero jamás he renunciado a ser como el acero y como la pluma. El que a pesar de estar lleno de muescas y de golpes, con un poco de tacto y maestría sobre su filo, ofrece la mejor de sus versiones. La que remonta el vuelo con cada brizna de aire que cruza los mares y las amplias mesetas.
Desenfunden las espadas, caballeros, y que dé comienzo la danza de sables. Porque la tinta ya se ha secado.