Acero y hielo

Las armaduras fueron creadas para proteger las partes más vulnerables del caballero para el combate cuerpo a cuerpo o los ataques a distancia, como pueden ser las flechas o alguna que otra pedrada.

Básicamente se constituye de un yelmo para proteger la cabeza, la gola y cubrenuca para proteger el cuello, las escarcelas, petos, coraza, culera, y hombreras para el torso, y rodilleras, quijotes, y grebas para las piernas.

Armados hasta los dientes y protegidos como un armadillo. Con armaduras de placas, de hierro y carbono y cadenas para evitar ser dañados, con guanteletes que protejan las manos para cualquier corte, y que impiden que el acero llegue tan siquiera a acariciarte con su dulce filo. 

Porque las locuras que me hacen llevar a cabo P!nk o el Club de los López no están catalogadas en código de caballería alguno, y por prestar más atención a las notas musicales que a como colocar la armadura, me han asestado una estocada entre las costillas hasta el corazón.

Y ahora que la armadura ya no sirve de nada, quizás sea el momento de atacar a pecho descubierto. De ser más un Gray Fullbuster que un Aragorn de Teruel.



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