Supravivencia
Las cosas sin planear son como
mejor pueden salir, ya sabéis que Murphy tiene la mala costumbre de cumplirse.

Quizás peco de impetuosidad y
es algo de lo que creo pecaré durante por lo menos unos largos meses más. Se van
notando ya los añitos, pero siempre quedará el Plan T como una posible
solución.
Las situaciones desesperadas
exigen de medidas desesperadas, y aquellas que se toman siguiendo los dictados
del corazón yerran menos que las seguidas por la razón. Ya lo decía Nietzsche
con la teoría de la supravivencia, y es que los impulsos son un deseo perpetuo
de todo ser vivo por ir más allá de todos, de todo, e incluso más allá de sí
mismo.