Last Steps

Hay retos y retos, y luego están estos cristos.

Siempre ha gustado lo complicado y lo difícil, lo complejo y abstracto, aquello tan imposible que obliga al corazón a seguir detrás de una causa perdida hasta que la corone y plante su bandera a pecho descubierto sobre la cima.

Ha sido una larga escalada en las que poco a poco la ladera pasó a formar parte de una pared escarpada, de una alta y ancha pared que ahora toca escalar sin cuerdas de seguridad y con las manos descubiertas sabiendo que cuanto más cerca estés de la cima, más complicado será el llegar a la misma. 

Ahora cuando el tiempo parece tan lento que ni se mueve es cuando la impaciencia tiene que esperar. No puede haber lugar a ella ahora mismo. La cuenta final empezó un 20 de diciembre de 2013, y ahora que se aproxima a cero, es cuando me doy cuenta de que ha llegado la hora de los valientes. 

Tic-tac





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