We are here

Aunque tu cuerpo no pueda recuerda que el cansancio es pura psicología.

Cuando te sangren las manos no dejes de hacerlo, si sangras es que estás vivo; cuando la espalda te diga que no puede más, recuérdale que todos los días carga contigo; cuando los gemelos estén tan cargados que te revienten, da un paso tan firme que no los permita titubear; cuando la garganta te duela a rabiar y no puedas ni gritar por el escozor que eso supone, deja que sea tu corazón quien se encargue de hacerte oír.

Cuando sientas que te fallan las rodillas en esta carrera, sólo recuerda que has recorrido distancias mayores; cuando se te duerman los pies, siente como están despiertas las manos, y que la voluntad de no querer renunciar es mayor que el peso de cualquier desánimo. 

Que cuando todo se vea perdido, tu corazón tenga el suficiente coraje en su interior para permitirte luchar por una bocanada más de aire, porque la diferencia no es quien tiene más o menos fuerza, si no quien respira y marca los tiempos mejor. En otras palabras, la diferencia la marca quien tenga un par de cojones, mire al frente, y no se rinda.

We are here.


Entradas populares de este blog

No enemies

Las pilas de Nesperino

Ratón y mantequilla