Dos Golpes

A veces una simple canción me hace darme cuenta de cuanto te quiero. De todas las historias que me gustaría compartir a tu lado, de cuantas pullas estoy dispuesto a aguantar si con ello sonríes aunque sea un poco más.

Hago lo de siempre; dejar escribir a los dedos con alguna canción idiota de fondo que me inspire algo, que me sepa a algo que solo tú y yo conozcamos para irnos a ese rincón oculto del mundo, para besarnos una décima de segundo y frenar el tiempo. 

Eres un completo idiota, un crío miedica, lo más tocacojones que hay en el mundo… Sí, pero ahora mientras escribo esto y no escucho de fondo tus estupideces, es cuando me doy cuenta de la falta que me haces, de cuanto te quiero, y de cuanto te llevo en el corazón.


Pum-Pum.



Entradas populares de este blog

No enemies

Las pilas de Nesperino

Ratón y mantequilla