Acero
Como la historia de nunca
acabar. Como la historia de cerrar círculos infinitos uno detrás de otro
cogiendo impulso para hacerlos más rápido, tanto que a veces te sales de la línea
que tú mismo te has marcado como railes.

Lo miras; aquello que te ha
acompañado durante tantos años y que es el símbolo de tu matrimonio y de lo que
juraste defender. Un alma igual al material que del que fue creado, la defensa
de la tierra en la que se obtuvo, el respeto a la casa que lo forjó, y el
compromiso que atañe hasta que la muerte te lleve a las raíces de la tierra para formar parte de ella.
Hay matrimonios indisolubles a los ojos de Dios, y éste es uno de ellos. Ahora el tiempo de divertirse se acabó, es el momento de poner en jaque.
Hay matrimonios indisolubles a los ojos de Dios, y éste es uno de ellos. Ahora el tiempo de divertirse se acabó, es el momento de poner en jaque.