Vale la pena

Cuando te pregunten si merece la pena, responde que sí, sin lugar a dudas.

Cuando alguien que de verdad quiere cambiar las cosas, de corazón, que se mueve solamente por el impulso de un corazón puro y un alma que sólo quiere el bien común te pide ayuda, no es que sea necesario apoyarla, es que hay que dejarse la piel en el camino si es necesario.

La vida sin retos no sería nada. Una vida sin metas imposibles que se pueden lograr con trabajo incansable y un alma valiente, no es una vida que valga la pena vivir. Hay quien necesita cargos o títulos honoríficos para llegar a estas metas, que necesitan de una chapa identificativa en la solapa de la chaqueta o de la americana para moverse y defender algo. 

No es necesario. Los ideales, el trabajo, el sacrificio y la entrega personal a una causa no entienden de eso. Por eso mismo, cuando os pregunten si merece la pena recorrer kilómetros sin cobrar un duro, dejarte las suelas de los zapatos en la calle, los dedos en cada timbre, y el habla en toda puerta que se ponga delante, responde que sí merece la pena.

Sí que merece la pena apoyar a hombres y a mujeres honradas.

“Aragorn: ¡Las almenaras de Minas Tirith! ¡Las almenaras arden! ¡Gondor pide auxilio!
Theoden: Y Rohan responderá.”   
--  El Señor de los Anillos. El Retorno del Rey --




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