Paz o, Guerra

Dicen que los amigos de verdad son aquellos que están siempre a las buenas y a las malas, que saltan contigo a la piscina sin importar las consecuencias porque confían en ti y van contigo hasta lo más profundo del pozo si ese es tu sueño, aunque les joda en el alma, pero van contigo hasta el final.

Durante este camino creo que lo dimos todo, que cruzamos líneas que en la vida pensamos cruzar, que cometimos fallos, pero que también hemos aprendido de ellos. Porque ni el impuesto a los galpones, ni desde el antepecho hasta las estrellas, ni aunque sea un bien municipal, nos podrán sacar todos esos minutos que hemos compartido pegados a la pantalla de un ordenador soñando con hacer visible lo invisible, y perceptible lo imperceptible. 

Lo único que quería decirte, es que tomes el camino que tomes, siempre, siempre, siempre, tendrás a alguien te apoye. Aunque no esté ahí contigo, pero siempre te apoyaré. Ahora… Ahora tengo demasiada maldad y motivación para llevar nuestro malévolo plan a cabo. Tengo tiempo más que suficiente y los medios para lograrlo. Ni nos van a hacer quedar como mentirosos, ni se va a ir nadie de rositas. Estoy que ardo, que quemo y arraso.

Y si tenían miedo cuando nos tenían delante, que tiemblen cuando caiga el telón y se apaguen las luces, porque a diferencia de ellos, nosotros sí que sabemos ver en la oscuridad.

Bendita Obertura 1812 de Tchaikovski...


Entradas populares de este blog

No enemies

Las pilas de Nesperino

Ratón y mantequilla