Como un Espíritu

Sube la marea y sigo creyendo en la magia, en la sucesión de tinta que brilla a luz del fuego que acompaña el olor de la leña quemada. Miro a la luna, al eterno mañana, a las piedras que marcan mi espalda y a los rumores de las olas, del mar, del aire.

Pienso en ti, en conocerte sin tenerte delante. En idealizarte a la luz del fuego y de las estrellas, pero te desvaneces sin antes haberte convertido en nada; se apaga la luz, y pierdo el norte de nuevo junto con los cantos de sirena que conjuran con las caricias de tu aliento.

Te observo a través del fuego, detrás de las brasas y del camino que se abre entre la cortina de la noche, dueña y señora de la luna y las estrellas, dueña y señora de mis sueños.


Te imagino como un espíritu… Ese espíritu que a mí me hace falta.


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