Esa sensación mágica


Esa sensación de alegría que hace que se te ericen los pelos de la nuca. Ese gusto que sientes en la punta de los dedos y de los nervios, ante la lucha encarnizada que se presenta. Esa felicidad de que el bien triunfe sobre el mal a pesar de las calumnias, puñaladas, y trampas que ponga el destino.

Alzar la cabeza mientras eres consciente de lo que se juega en este partido. Mirar confiado y sin cordura al destino, dispuesto a empalarte en una lanza si con ello puedes acabar con otro de los malos, arrancártela del pecho una vez el otro haya caído, y continuar luchando.

Sí, esa es una sensación mágica la de luchar por los sueños y por la tierra, la de enfrentarte al viento y a las mareas por la verdad, la de levantar la espada en lo alto, y dirigir una carga contra las oscuras y rojas Hordas del Caos. Ese sentimiento de que se lucha por y para lo correcto.

Para que os hagáis una idea, es como la sensación que se tiene cuando miras al cielo azul, y no ves nubarrones que empañen el mañana. Por días como el de hoy, se que merece la pena seguir luchando.

Entradas populares de este blog

No enemies

Las pilas de Nesperino

Nothing or all