Oh Life

Que bella y hermosa es la vida. Puede que muchas veces sientas como si te diera unos puñales tan  grandes que desearías morirte, pero en cambio otras veces, te hace sentir la persona con más vida del mundo. Te hace llorar de alegría porque eso ha sucedido, porque es un bello recuerdo guardado en tu mente para cuando esas personas que ya no van a estar contigo, sean recordadas con la misma pasión y la misma fuerza que el fuego en una noche de San Juan.

Que bella y hermosa es la vida. Porque no solo te puede regalar esos preciosos momentos al lado de tus seres queridos, sino porque te puede enseñar a sentir sin tocar, a ver sin mirar, a escuchar sin oír, a estar sin estar. Que te da esa chispa cuando se cruzan dos miradas bajo la luna y el sonido de las olas en unas escaleras asediadas por cerdos con colmillos, o en un extraño sentimiento que únicamente puedes expresar mientras cantas a grito pelado cuando conduces. O tal vez, en un cruce de miradas.

A pesar de los puñales que te puedan dar, que bella y hermosa es la vida. 
A pesar de todos aquellos que quieren tu mal y que te lo desean profundamente, que bella y hermosa es la vida.
A pesar de que algunas personas que amamos ya no están con nosotros, que bella es la vida.

La vida es bella y hermosa porque permite que en tu mente perduren los recuerdos con aquellas personas que ya no están aquí, que una vez estuvieron y dejaron su huella en tu interior, o aquellas que están a punto de partir y te están regalando su esencia. Es bella porque aquellos que ahora te dan la espalda, la vida les obligará en un futuro a mirarte a los ojos y agachar la cabeza, pero sobre todo es bella, porque permite descubrir esa sensación que brota en el corazón de todos los seres que habitan en la tierra. Esa extraña sensación que siempre se describe con los síntomas de "mariposas en el estómago" y el no querer que pase el tiempo.




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