Antepenúltimo peldaño


No sé si será el antepenúltimo, el penúltimo, el último, o tan siquiera si estaré a los pies de la escalera. Desconozco lo que vendrá después, las posibilidades que ofrezca el destino y las puertas que tenga que abrir, bien sea usando una ganzúa o un AK-47 si no encuentro la llave.

Pero sí sé todo el tiempo que he dedicado a prepararme para ello. Sí que conozco la sensación de la frustración cuando por mucho que has trabajado, las cosas no acaban de salir y solo te queda el seguir esforzándote; Seguir luchando y seguir peleando como una gota de agua que tiene como objetivo destruir una montaña.

Los retos no asustan, nos hacen crecer. Son las situaciones complejas quienes son capaces de sacar lo mejor que hay en nuestro interior, y es nuestra decisión el decidir si les plantamos cara a esas situaciones, o si por el contrario las dejamos pasar.

Porque al fin y al cabo, somos nosotros mismos quienes decidimos hasta donde queremos llegar, hasta donde queremos escalar, y hasta donde queremos desfallecer por esos sueños que quedan por cumplir.

Y siempre he sido de los que defienden que si se llega a algún punto, que sea hasta el final.



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