Libro verde, y pasaporte

Querido pasado, hace tiempo que no hablamos tú y yo.

Te escribo este amago de poesía y destrozo de canción para decirte de corazón, que hice todo cuanto estaba en mi mano para pedirte perdón.

Te escribí mensajes cargados de esperanza, secretos y sentimientos que el silencio devoró. Me aferré a las esperanzas perdidas y a las promesas que te hice siendo estas mi última obsesión, hasta que el ya dolorido corazón me lo pidió por favor.

Para, por favor.

Querido pasado, querido amigo, amante bandido como diría Bosé, te juro que lo vacié todo de mi ser. Que intenté derrumbar muros de hormigón con mazos de madera, que intenté escalarlos dejándome la piel.

Que la vida me ha dado un aviso y que he perdido el tren. Aunque lo mio siempre han sido los barcos, qué se le va a hacer. Que mi deber no es quedarme sentado en la estación, si no subirme al muelle y bajarme del andén.

Querido pasado, que todas las lágrimas que he vertido sean por tu bien, que nuestros caminos solo se han entrelazado y que me dejaste marca bajo la piel. Querido pasado, sé feliz y yo lo seré. Cumple tus sueños, que yo lo mismo haré.

Querido pasado,  hasta más ver.


Entradas populares de este blog

No enemies

Las pilas de Nesperino

Nothing or all