Cheques

Preparando la música para el viaje a Sevilla de este fin de semana, y teniendo los Simpson de fondo, me recordaron uno de esos grandes momentos que pasas en la vida sin darte cuenta.

En el capítulo de hoy, Lisa descubre que una de sus escritoras favoritas no es más que una persona puesta por una editorial como cara bonita, mientras que sus libros están escritos por empleados y las editoriales se enfundan los beneficios. Tras explicarle esto a su padre, Homer ve claramente el negocio y se pone a reunir un equipo.

Cuando le venden a la editorial los derechos del libro por un millón de dólares, esta  deforma el libro porque no les encaja en el mercado que ellos quieren. 

Y es aquí donde acierta muy bien la crítica del capítulo de hoy, ya que una vez venden los derechos, la editorial cambia la obra por completo, hasta el tipo de los personajes, sus nombres, características… Todo.  

Es entonces cuando Bart, como miembro del equipo, rompe el cheque, y organiza una escaramuza para cambiar el archivo del libro adulterado por el libro que ellos escribieron, todo antes de que comenzara a imprimirse y a distribuirse esa noche. 

Esto me recordó a cuando surgiera la oportunidad de publicar la saga de los Guardianes de Lugar-Olvidado con otra editorial y, cuando me mandaron el contrato para firmar, ponían la coletilla de que se reservan el derecho de alterar la obra.

Supongo que quien quiera ser escritor de renombre deberá pasar por el aro… yo soy de los que prefieren ser dueño de su trabajo. Porque no hay nada más increíble que ser el dueño de tu propia historia.


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