De lágrimas por segundo

A veces te entran las ganas de arrojar la toalla y de mandarlo todo a paseo, de creer que nada sirve, que es tiempo perdido, que todo está acabado y que estás en un limbo del que eres incapaz de salir. Piensas que en ocasiones la vida no es otra cosa que una continua huida hacia adelante, y la verdad es que te equivocas por completo.

Todo el camino recorrido hasta aquí significa algo, y no hay nada fruto del error.

Es posible que los errores sí que sean la base de algo; la base de reconocer fallos dentro de cada uno con la única intención de crecer hacia arriba, de seguir caminando, de no rendirse cuando las cosas se ponen realmente jodidas.

Sí, todos conocemos el cara a cara con el miedo, pero no es cobarde aquel que siente miedo y valeroso aquel que no le teme a nada, pues es más valiente aquel que tiene miedo, y acepta enfrentarse a él en solitario y tan solo con la fuerza de su corazón.

Cada lágrima que sueltes será un segundo que desperdicies en la meta de alcanzar tus sueños y, en ocasiones, el mayor de los sueños es el de ser una persona feliz.


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