Cuentos de Lemuria

Ocurre en las noches sin estrellas ni Luna, cuando la usura es el manto que cubre la tierra. Cuando las almas en pena susurran la leve y tenue condena, cuándo el silencio es la más dura espera.

En tierra hundida nace aquel que asola futuros y sueños, aquel que se aparece en las pesadillas de los marineros, que cruza la aguas en sigilo perpetuo, como un experto confeso de la soledad oscura, que se cierne sobre tu cintura hincando sus dientes y veneno.

Leviatán, serpiente que nadas en pesadillas bajo las eternas maravillas de tu silencio. Leviatán, oscuro y terrible elemento, fuerzas que susurran haber muerto, pero que siguen haciendo llorar. 

Silencio. Siempre atacas en silencio. Cuando el más oscuro tormento se vuelve la cruda realidad. Silencio, ese cuerpo que burbujea en su cuerpo, esa caricia bajo el paraguas del dolor intenso que te hace tiritar. Eres esa envenenada y dulce agua. Eres esa oscura noche más, esa tarde que nunca ha existido, ese dolor mal parido que solo busca descansar en paz.

Eres silencio, eres polvo y leyenda, pero ya no eres nada más. El terror de las noches sin luna, el terror de la soledad en el mar.




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