Cortana

En primer lugar pedir perdón por llevar más de una semana sin actualizar al pequeño, pero mi ordenador ha estado debatiéndose entre la vida y la muerte y no he podido hacer mucho desde entonces. El único ordenador que tenía a mano era el de la UDC en la biblioteca, y el tiempo justo para bajar apuntes.

El motivo del fallo fue Cortana.

Aquellos que tengáis el Windows 10 sabéis que es este "buscador" chupimegaguay el que te come mitad del rendimiento para buscar una sílaba en el universo de internet, y por supuesto, esto suele causar algún que otro problema.

Llevo con el mismo portátil más de 5 años y sin dar un fallo, pero el W-10… ya le pesa bastante. Esta semana por lo del ordenador, y por otra tanda de cosas que fueron pasando, me he dado cuenta de la similitud que hay entre el portátil y su dueño.

Cuando uno se sobrecarga tiene que reiniciarse para seguir funcionando, y si no funciona, hay que formatearlo, cargarle otro sistema operativo, y restaurar la información. No obstante... Benditas copias de seguridad en discos duros extraíbles que lo conservan todo.

Es lo que tiene el paso del tiempo, que de vez en cuando hay que tomarse un respiro. Por lo de pronto sistema operativo cargado, archivos restaurados, y a seguir dando guerra. ¡Es lo que nos queda!


Entradas populares de este blog

No enemies

Las pilas de Nesperino

Nothing or all