Blinding Lights
Detrás
de alguien que está seguro de sí mismo, hay alguien que luchó en una guerra
contra sí mismo. Que luchó contra fantasmas del pasado y contra los demonios que
tenían montado su propio ecosistema; demonios a los que hubo que desterrar
porque sobraban, y otros que era necesario abrazar para no perder la esencia.
Detrás
de alguien fuerte, existió una persona rota. Una persona que, a pesar de no
ver resultados en su camino, nunca dejó de caminar. Que siguió hacia adelante
guiado por sus latidos porque la perseverancia, al fin y al cabo, también es un
estilo de vida. Especialmente cuando estás seguro de algo.
Detrás
de un sabio están todos los fracasos que se podían cometer, todas las faltas
que se podían marcar, todos los errores que fueron un punto final. Está una
persona que entendió que los deseos no vale sólo con pedirlos, si no que
requieren de tiempo, sacrificio, cambios y honestidad con uno mismo.
Y uno debe
tener mucho cuidado con lo que desea, porque se corre el riesgo de que se cumpla.
Al igual que ocurre con las promesas, uno debe de estar seguro de lo que promete
cuando lo promete. Supongo que, por esas cosas, he prometido poco a lo largo de
mi vida.
Que cambiar da miedo, pero es que detrás de un valiente, está alguien que tuvo miedo,
y a pesar de tenerlo, siguió.
Y es que
todo lo que deseas, casi siempre, está al otro lado del miedo.