Voladuras de cabeza

Hay una parte de ti que tiene ganas de acabar de una puta vez con algo que se parece a una travesía en el desierto que tienes para contigo mismo.

Que te haces fuerte porque, en ocasiones, sólo tienes un camino delante de ti, y no tienes más huevos que seguirlo; porque no te queda otra que hacerlo. Porque no queda más que cerrar los ojos y luchar hasta que se haya roto la última flecha y enfundado la última espada. Esto fue lo que escogiste por decisión propia.

¿Recuerdas los videojuegos que se ponen jodidos y vuelves a intentarlo? Pues la vida va de lo mismo. Que como escribió Andrés Ixtepan: A mí me gustan los retos, como tú, pero dime, ¿te gustan los perseverantes?

Las personas cambian, y nunca te haces la idea de hasta qué punto. Ni tampoco te haces una idea de cuanto pueden llegar cambiar si algo, o alguien, realmente importante, les vuela la cabeza. Empezando por uno mismo.

A medio camino, sí, pero un poco más cerca de la meta. O eso me dice el corazón.




Entradas populares de este blog

No enemies

Las pilas de Nesperino

Nothing or all