Temerario


Temerario, irrespetuoso, arrogante. Precipitado y grosero aventurero. Como los piratas que solo tocaban tierra para desquitarse en Tortuga, como quien no tiene asuntos pendientes en ningún lugar del plano mundo.

Caminas por las calles como las letras de las palabras en los párrafos de la historia, donde los espacios son los silencios que llenan las noches quemadas y sin dormir, besando el alba con la mirada y la botella en la mano mientras en los oídos aun retumba la música.

Y es que un temerario decide y hace lo que le pide su corazón; que la función del ser humano, como dijo un gran Jack London, es vivir, no existir. Y no voy a gastar mis días tratando de prolongarlos, si no en aprovechar al máximo el tiempo del que dispongo. Que la vida no es un ocho tumbado, si no la curva del infinito.

¿Estás listo?



Entradas populares de este blog

No enemies

Ratón y mantequilla

Las pilas de Nesperino