Tonto el último

Levántate todos los días como si te ardiera el culo, como si tuvieras ganas de comerte el mundo a bocados y llevarte por delante todos los problemas que puedas tener. Levántate como si tuvieras ansias de hacer de tu vida algo verdaderamente extraordinario.

Si el viento lo tienes de contra deja el pecho al descubierto para sentirlo, si llueve alza los brazos al cielo y abraza el agua que cae sin fin, y si te ahogas de calor aprovecha y ponte moreno. Solamente tienes que ver de lo malo lo bueno, y dentro de lo bueno lo mejor. Nadie dijo que aprender no doliera. 

Somos personas llenas de pasión y fuerza. Como dijo Walt Withman “No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre”. Enamórate de lo más simple que se pase por tu vida, de aquello que te llene hasta rebosar, que te haga cosquillas en la nuca y obligue a tu corazón ser más fuerte que la propia razón.

Piensa que dentro de ti está el futuro que desees, y que tu único deber es encararlo con orgullo y sin miedo. La vida es una carrera, ¡y aquí tonto el último!


Entradas populares de este blog

No enemies

Ratón y mantequilla

Las pilas de Nesperino