Por ti, hasta el fin del mundo.

No tengo mucho tiempo para escribir esta entrada pues vivo en una contrarreloj. Vivo en un instante prestado del tiempo y que no se cuando se lo devolveré, pero por amigos, por hermanos, se sacrifica el tiempo, el espacio y hasta el último céntimo de la cuenta corriente si es necesario.


No se cuanto tardaré en llegar a Ourense,  pero sinceramente, me la pela. Voy a estar contigo porque siempre estuviste conmigo. Porque demostrarte ser quien me apoyó cuando más lo necesité y esto te lo debo. Dame dos horas, y cruzaré Galicia para estar a tu lado.


No funciono por arroutadas, ni por venadas, ni por movimientos de ultima hora. Funciono por la fuerza de mi corazón. Y no te voy a dejar sola. No lo voy hacer. Dame solo dos horas, y en un rato, estaré poniendo mi hombro para que puedas llorar.

Entradas populares de este blog

No enemies

Las pilas de Nesperino

Ratón y mantequilla