Marcapáginas

Tengo dos libros talismán que releo de vez en cuando, y uno ellos es “El Príncipe” de Nicolás Maquiavelo. Un libro que iba destinado a Lorenzo de Médici sobre los rasgos que debería de tener un príncipe para ser capaz de reunificar Italia bajo una sola bandera.

Siempre me resultó curioso que el término “maquiavélico” se usara para palabras despectivas cuando, posiblemente, este sea uno de los mayores tratados de política, filosofía y pragmatismo de toda la historia moderna. Pero como todo en la vida, nos acostumbramos a juzgar los libros por sus portadas en lugar de leer las páginas que hay en su interior.

Maquiavelo le decía al Príncipe que: “Es mejor actuar y arrepentirse que no actuar y arrepentirse”, en una clara referencia al miedo que existe en nuestro día a día y que nos impide hacer aquello que deseamos. Ese miedo inspirado por la razón que pretende controlar al corazón.

Que los límites que existen, en más de una ocasión, son aquellos que imponemos en nuestra mente. Porque algo verdaderamente grande, nunca se ha conseguido sin correr algún que otro riesgo.

Ha tenido que ser un bonito regalo en forma de marcapáginas quien me lo haya recordado. 



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