Destilado


Decía Whoopi Goldberg que si huyes cada vez que aparece algo nuevo delante de ti, estarás huyendo el resto de tu vida. Que estamos condenados a repetir historias hasta que nos demos cuenta de que ese camino no es el correcto. Que nuestro destino nunca nos pasa de largo. Que todo tiene un porqué.

Todos somos los malos en la historia de alguien, y como dijo cierto delincuente: el día que vayas a hacer algo malo, hazlo bien hecho. Porque hasta para eso hay que saber. Que ya no va de antagonistas y protagonistas; va de echarle los suficientes huevos como para saber que lo imposible sólo tarda un poco más.

Que la vida te ha enseñado que los siempre no son eternos, también que los nunca más adelante son una posibilidad. 

Que cuando le confiesas al Universo tus intenciones en voz alta, asumes que el karma se va a cebar contigo. Que vas a pagar hasta por la falta más insignificante y, con ello, aceptas las reglas del juego. Aceptas que fluir y cambiar va a doler; que no será fácil. Pero nada que merezca la pena lo es.

Así que... Que empiece la partida. Que den comienzo los Juegos del Hambre.




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