Florece

Como una torre de naipes que se desmorona. Como el mar que revienta las balaustradas de granito de los paseos que encuentra a su paso. Como la explosión de la bomba de Saruman en las murallas del Abismo de Helm.

Se siente como la gravedad empuja hacia abajo; como te arrastra hasta el fondo justo en el momento en el que tienes que actuar. Como una avalancha de nieve que te lleva con ella sin permitirte salir a la superficie, quedando sepultado para debatirte entre la luz y la oscuridad.

Si algo he aprendido es que la vida nunca sale como uno la planea. Que la palabra “fracaso” también es una sensación, y que queda en tus manos si decides ponerte en pie, o dejar que la nieve te arrastre.

Que a veces tienes que arriesgarlo todo por un sueño que sólo tú puedes ver y que, si bien es cierto que te hará conocer tu versión más rota, algo me dice que también te presentará a tu versión más fuerte. 

Que como decían en Mulán: La flor que florece en la adversidad, es la más rara y hermosa de todas.

Así que, florece.



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