Endstart


Las etapas están para quemarlas. Nunca sabes hasta que punto, y de hecho te has dado cuenta que de nada sirve planificar algo. Si está para ti, estará.

Existe el sacrificio, el trabajo, el tener que hacer renuncias a muchas cosas sin saber si estás haciendo lo correcto o si estás llevando tu vida hacia donde la quieres llevar. Ya no eres un niño, ni un adolescente, y las decisiones que se toman desde hace unos años han dejado de ser un cheque en blanco con el karma.

Ahora las mediciones ya no están en el pulso de la carótida o el sudor en la frente. En la música que retumba en los oídos y el compás de la épica latiendo en el corazón. 

El temor hace tiempo que se quedó dormitando bajo una piedra cuando se tomó la decisión de ir hasta el final, hasta el punto de no retornar y decidir que el todo o nada era lo único que importaba.  

En ocasiones, es necesario un corazón cargado de valor para ponerle el punto y final a una historia, y cada historia tiene un final, pero en la vida, cada final es un nuevo comienzo.



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