A las bravas

Te arde la garganta, te hierve el cuerpo, y notas los músculos tan, pero tan pesados, que no puedes ni descansar. Te duele la espalda y la cabeza a partes iguales, notas las costillas oprimiendo los pulmones, y los ojos tienen ese aspecto de brillo febril que induce al delirio ocasional.

De fondo suena una de esas óperas que le gusta a todo friki, sea del nivel que sea. La creada por el Top 25 del Final Fantasy. Y supongo que de esto se trata, de la fantasía final. ¿Hasta qué punto deseas algo? ¿Hasta qué punto estarías dispuesto a realizar la mayor de las locuras que has realizado hasta el momento? ¿Hasta qué punto estás dispuesto a llegar, incluso si es a costa de tu propia salud? 

Supongo que hasta aquí. Hasta ese punto en el que tú eres el único responsable de tu destino, de tus acciones y de tu camino. Siempre acostumbras a tener tantos planes como problemas puedan surgir, y en este caso… En este caso, las acciones desesperadas requieren de medidas desesperadas. 

Desconozco si es lo correcto o no. Si hago bien o no. Pero cuando sólo tienes una carta y estás obligado a usarla, no queda más remedio que echarle cojones y seguir hacia adelante.

Si es tu sueño, si realmente lo es, ve a por él. ¿Quién dijo miedo existiendo hospitales?


Entradas populares de este blog

No enemies

Las pilas de Nesperino

Ratón y mantequilla