Naranja y chocolate
Como si fuera una de estas bromas macabras que te gasta el
destino, volví a sonreír precisamente en el día de hoy, mientras orvallaba en
la ciudad de la piedra mojada y me dejaba perder por las calles pasando frío
sin sentirlo.

Que las locuras cuando se lleven a cabo sea, como dice 30STM,
en defensa de nuestros sueños. Que ya no es cuestión de saltos al vacío o
corazones de piedra. Que el que renuncia a cambio de nada emprende un camino de
derrotas similar al que renuncia porque se da por vencido.
Y es que cuando desconoces el futuro, y no puedes cambiar el
pasado, lo único que te queda es vivir y sentir la certeza del presente.