Estado de Guerra

Ponte la pintura de combate en la cara, que las flores para florecer tienen que romper su capullo.

No vale con que llueva o haga sol, hay que sobrevivir al viento; al viento salado de nacer al lado del mar y que te curte el carácter, que te hace bañarte en esa libertad que llega a ser demoledora para quien no la entienda; que arrasa con todo. Porque las flores que crecen en acantilados aprenden a florecer contra viento y marea. Aprenden a sufrir en silencio, a quemarse bajo el sol que abrasa y el frío que corta los labios, pero florecen y siguen en pie.

Decía Akamine que solo las personas fuertes y de buen corazón logran alcanzar los nobles ideales, pero es que esto va más allá.

Va de tener los ideales sólo como punto de partida y todo un viaje de sacrificios, dolor y sufrimiento para lograr algo. Esto va de desplegar la quinta flota en un charco, de matar moscas a cañonazos, de salir desde el primer momento a arrasar como un puto tsunami.

Esto va de demostrarte a ti mismo que todas las batallas se pueden ganar, sólo tienes que saber la forma de hacerlo. Será duro, será difícil, pero valdrá la pena. 

Saquemos los tanques a pasear.



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