Noche estrellada

Llegan esas fechas en las que cuando eres un niño tienes la ilusión intacta por creer en Papa Noel y los Reyes Magos. Por tener a todos los miembros de tu familia a tu lado, a toda la gente que en realidad copa cada puesto de tu corazón, pero cuando creces y empiezan a cambiar las cosas, siempre se pierde algo de esa magia.

De niños éramos ricos, teníamos el mayor de los tesoros, y no lo sabíamos. 

Es inevitable que llegue la nochebuena y te asalte la nostalgia, pero siempre utilizo estas fiestas para coger aire y fuerzas para el año que dentro de 6-7 días va a entrar. Para hacer balance de si he conseguido mis metas o en qué he fracasado, de mirar hacia adelante bajo la eterna noche estrellada.

Tengo la enorme suerte de pasar estas fiestas con la familia y amigos.

Tengo a la gente que de verdad me importa a mi lado, y la certeza de que estén donde quieran que estén esas personas que esta noche no se pueden sentar a cenar con nosotros, nos vigilan desde el firmamento, y serán felices si nosotros sonreímos de corazón.


¡Feliz Navidad!



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