La Puerta del Sur

-¿De verdad estás seguro de querer seguir con esto?

-Hay quien se baja del carro porque no puede más, porque que hay sentimientos que aunque los sientas, jamás debes de pronunciar. Las guerras más temibles no son las que se producen en la primera línea sino en las que cimientan a esta; las batallas que la propia guerra trata de esconder.
>>Hay batallas que se pueden librar en un solo día y guerras que duran hasta generaciones, pero todas y cada una nacen por algún porqué. Algún tipo de necesidad de autocomplacencia por parte de una de las dos partes implicadas, pues de todos es sabido que dos no se pelan si uno no quiere.

-Hacerlo supondrá tener que salir de debajo de la capa. De nada servirán las reuniones sobre la Puerta del Río, y de nada servirá la protección que nos ha otorgado Lady Loriale.

-He permanecido tranquilo hasta hace poco, pero estoy decidido a actuar por aquello que considero más justo que nada en este mundo, y es el honor. El derecho al honor con el que venimos a este mundo desde el mismo día en el que nuestros padres nos vieron por primera vez. Aquellos que se sienten seguros borrando todo rastro suyo, deben recordar que siempre queda alguna huella. Siempre.

-¿Permanecido tranquilo hasta hace poco? La pregunta es si estás decidido a emplear esas “huellas”, no si estás tranquilo o dejas de estarlo.

-La pregunta querido amigo es si está preparado para lo que se le viene encima. Con mi honor no juega nadie, ni si quiera el hijo bastardo de la Reina, ese que presume de no ser otro que un futurible falso rey.


Entradas populares de este blog

No enemies

Piedra y agua

Ratón y mantequilla