Adelante
No voy a negarlo, pero hace unos días
ahí atrás me derrotaron, me vencieron, y me quedé
mirando al suelo y a mis manos preguntándome si no habría podido dar más de mí.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8pw7irEeyf9Lx65TCsnIM4v70VHL9Jj0IKHa0uYnS0OzlfSEgCk0RLJAU_0k9uMCy9XWaZh66SPS1EKstXtoLWiAd5Z8PZNoneCt6hPZpMd9A2B5mBTZL1qd2bMzu26c97pVi1LHJqwuo/s1600/Catedral_de_Santiago_de_Compostela_10.jpg)
Sí, he arañado con la rodilla un grano
de polvo que había por el suelo, pero lamento decir que mañana será otro día.
Mañana me levantaré, levantaré la mirada de nuevo, y seguiré defendiendo
aquello por lo que creo y creeré hasta que me muera.
Aún queda mucho por luchar, por demostrar. Seguiré
este camino y no me detendré, y si lo hago, será solo para coger aire, pero
seguiré corriendo, seguiré luchando, y no me cansaré de gritar, de llorar. No
dejaré de intentarlo, no me cansaré de luchar.
Porque la diferencia entre lo posible y lo imposible,
se llama fuerza de voluntad. Cambio de rumbo, dirección: Santiago de Compostela.