2014, voy a por ti

Pues se acabó el 2013, y creo que será un año algo difícil de superar…

Se empieza el año sabiendo lo que va a ocurrir, sabiendo que tras tres años de lucha incansable se acerca la hora de descansar, y que la armadura que he estado trabajando día tras día, minuto tras minuto, va a tener que aguantar el golpe que se le viene encima. Así después se rompa en mil pedazos y me deje completamente desnudo, pero tiene que aguantar.

No sé lo que me espera este año que acaba de comenzar, tan solo sé lo que mi corazón y mis actos han hecho. Sé que tendré que escornarme en la facultad, pasearme por los despachos de Consellerías, Secretarías, Direcciones Territoriales… Incluso por el Juzgado de Ferrol, ya que como dijo una gran persona y matemático-investigador al que tengo el gusto de conocer, “Los malos se salen con la suya, siempre y cuando los buenos no actúen”, y qué coño, con dos cojones. 

Siempre he sido una persona que prefiere que hablen sus actos y no sus palabras, y como no sé lo que me deparará el 2014, lo único que tengo claro es que ahora mismo mi corazón está cargado de valor y de fuerza, de todo el afán de lucha que he acumulado después un año planeando como tiene que ser esta demolición controlada sin control.

Así pues llegó la hora de dejar atrás la etapa de pichón… Que dé comienzo la purga. Que dé comienzo la guerra.


Entradas populares de este blog

No enemies

Ratón y mantequilla

Las pilas de Nesperino