Si se quiere, se puede


Y ahí está, otra motivación más en mi mesa de escritorio, junto con la brújula de navegante de mi abuelo, y la carta náutica de la costa gallega que me regaló mi tío. Se acabó el correr para llegar a la salida, ahora toca empezar la carrera, y tras asimilar en el día de hoy esta gran noticia que he recibido, toca poner de nuevo los pies en el suelo, la mirada en el horizonte, y el naval como prioridad. (Primero en mi carrera, y luego en política, entiéndase.)

No todos los días se recibe una carta del presidente de la Xunta de Galicia, y menos diciéndote que tu proyecto, ese por el que has luchado tanto en solitario, ha pasado a la Consellería de Economía e Industria para poder ser objeto de estudio y análisis. Nada menos que trasladado por el presidente de la Xunta de Galicia…  Si es que cuando dije que no me temblaría el pulso a la hora de hablar con quien sea por defender el naval, lo decía con fundamento. Que si parlamentarios, diputados, senadores… Y ahora, el Presi. 

Como decía ahí arriba, toca poner los pies en la tierra. El domingo hay una movilización a la que hay que asistir por nuestro sector naval, y he de decir que ya tengo preparado mi equipaje. La bandera gallega, mi chapa del SEENI (ya que como secretario general del Sindicato de Estudiantes de Ingeniería Naval e Industrial, toca defender lo nuestro), y el paraguas. Como decimos los gallegos, nunca choveu que non escampara.

Con esta carta, me nació una nueva pregunta, y es la que sigue:

¿Cómo un chaval de 20 años puede hacer un plan para reestructurar todo un sector, como es el sector naval en la comarca de Ferrolterra, y partidos políticos, sindicatos, y demás alcaldes y dirigentes de ciertos concellos, no han movido un santo dedo?

¿Saben cuánto peso político tengo yo dentro del PPdeG? Es muy fácil de calcular. Como dice mi antiguo profesor de electrónica “cuando el profesor siempre hace una pregunta a la clase, la respuesta en el 90% de las ocasiones, es cero”. Pues así es. Lo único con lo que cuento son con mis ganas de cambiar las cosas, el esfuerzo de pelear por mi carrera, por obtener conocimientos vengan de donde vengan, las ganas, y el sentimiento de unos ideales que nacen de lo más profundo de mi corazón.

No gano dinero en la política, es más, gasto una burrada en los viajes a las reuniones de Nuevas Generaciones o a los actos que hay. Pero lo hago, y lo hago por que dejé muy claro hace más de 3 años que para mí el naval era lo primero, y que pelearía a dolor por él. Jamás he mentido, incluso he atacado a mi propio partido cuando las cosas se hacen mal, y aplaudido cuando se hacen bien, y creo que esto que me ha ocurrido hoy, es un premio por todas esas horas pegado a la pantalla del ordenador pensando en cómo poder cambiar algo que es vital para mi comarca, para la gente de Ares y de Mugardos, de Fene y de Narón, de Neda y de Ferrol, de los municipios que forman Ferrolterra.

Hoy he puesto la primera piedra, y toca seguir currando como nunca. Seguir estudiando como un cabrón para saber más cosas sobre el naval, y seguir ideando planes e iniciativas capaces de cambiar las cosas (decir que ya tengo un segundo proyecto terminado).

 Iniciativas capaces de devolverle a Astano y a Bazán ese espacio en la historia que les pertenece por derecho, no como viejas glorias, si no como lo que son, el escudo de armas de nuestra comarca. Acero sobre mar.

El sábado, el grupo socialista tiene organizada una vigilia a las puertas de Astano, curiosamente, ese astillero que Iván Puentes dijo que como mejor estaba era vetado hasta el 2015, y también, curiosamente, la llevarán a cabo aquellas personas que no buscaron un contrato en más de 7 años, llevaron a cabo las 2 reconversiones del sector naval, y facilitaron en todo lo posible el traslado de carga de trabajo para los astilleros de Andalucía.

No los voy a criticar, bastante lo he hecho ya. Pero si que les voy a decir algo:

Señoras y señores de la izquierda de ésta nuestra comarca. Como dije ahí arriba no tengo ningún poder político. Solo mi voz, mis ganas, mi imaginación, y el no tenerle miedo a nadie, (ni siquiera al que es el presidente de mi tierra, contándole lo que pienso acerca de su gestión referente al naval de Ferrolterra)

 ¿Saben que es lo que nos diferencia? Que mientras aquí un servidor no es nadie y se parte la espalda por su comarca, ustedes se llenan la boca hablando de encadenamientos a las puertas de Navantia, de vigilias en los astilleros, pero hasta ahora, no han aportado ni una sola iniciativa real y útil por reflotar nuestro sector naval.

Si son felices queriendo manipular a la gente, háganlo, pero como le dije ya a Beatriz Sestayo, hago más desde segunda fila que lo que ha hecho ella en toda su vida por el sector naval, y esta carta que me han enviado hoy, es la prueba de ello.

Así pues solo puedo pedir una cosa, y lo digo ya para finalizar esto. El Domingo a las 12 de la mañana todos tenemos una cita en el Inferniño, no porque nos lo digan los sindicatos, no porque los partidos políticos quieran sacar tajada. Aguantaré que griten el “PSOE, PP a mesma merda é”, aguantaré todo lo que me digan con la bandera de Galicia colgada de mi cintura, pero tengan muy claro que tendré la cabeza muy alta y la conciencia muy tranquila, porque simplemente, ya habré hecho por Ferrolterra mucho más de lo que han hecho aquellos que gritan estas consignas. Las cosas se cambian con trabajo, esfuerzo, y sacrificio, no con meriendas, ni con escupitajos, ni con pedradas, ni con subvenciones. No, así no.

Toca seguir luchando. Toca seguir en pie de guerra. Toca seguir estudiando como nunca, para poder defender el futuro de todos. Como dice mi entrenador del Club de Remo, "Nunca nos conformamos". Una vez más, toca elevar mi grito de guerra…

¡POR FERROLTERRA!

(Dedicado en especial a aquellos que me dijeron que mi lucha por el naval era una lucha inutil y sin sentido, a todos aquellos que me dijeron que lo que escribía en este blog no servía de nada, a todos aquellos, que se dieron por vencidos antes de comenzar esta batalla. Gracias por hacerme más fuerte.)

Entradas populares de este blog

No enemies

Las pilas de Nesperino

Nothing or all