Por la Verdad



Aquellos que hemos tomado la decisión de escoger el camino difícil, tenemos una probabilidad de 1 contra 45.000 de que nuestros proyectos e ilusiones salgan adelante. ¿Sabéis por qué? Porque somos tan idealistas, tan incorruptibles y tan cabezotas que no toleramos que jueguen con nuestros sueños y con nuestro futuro.

Cuando escoges este camino tienes que saber a qué te enfrentas. Tienes que saber que nadie te va a regalar nada y que si lo haces es porque quieres hacerlo. Siempre tendrás la opción de renunciar y de coger el camino fácil, de ser un lameculos que dice sí a todo y que vende sus ideales a precio de saldo sin importar absolutamente nada, solo por llegar lo más lejos que puedas. 

No, yo no valgo para decir a todo que sí, sobre todo cuando se que está mal. No valgo para mentir y que mi conciencia quede tranquila, lo siento, pero si para ser político o para participar en la política tienes que tener un máster en engaños y conspiraciones me niego a continuar.

Transparencia, honradez, sinceridad y humildad. Ese es mi máster y mi hoja de ruta, y ahora que mi proyecto sobre el sector naval ha llegado a donde tenía que llegar y está con quién tiene que estar, ahora más que nunca, defenderé la verdad, la sensatez, y por encima de todo, los intereses de un pueblo, de una misma gente, y de una tierra a la que amo y respeto más que a mi propia vida. Por que al fin y al cabo, la verdad siempre es la verdad.




Entradas populares de este blog

No enemies

Las pilas de Nesperino

Nothing or all